Hoy me cuesta todo
Rexistencialismo
Hoy me cuesta todo
me cuesta tanto como a ti levantarme en la penumbra
…
Hoy me cuesta todo
Hoy me cuesta todo
me cuesta tanto como a ti levantarme en la penumbra
ver en el espejo los restos de la pasada noche
y cubrir mi cuerpo con un disfraz para mezclarme con el mundo
me cuesta sacudirme el temor absurdo a volver a caerme
a perder las llaves y no poder entrar en mi casa
a revisar por enésima vez los bolsillos de la memoria
y recomponer mil veces la secuencia de lo inútil.
Tengo el miedo gastado con sus cables a flor de piel
y el sueño me esquiva como si fuese a robarle su poder renovador
pero cómo no vas a tener el apetito dormido
si te ha regurgitado el sofá a una hora extraña
y este sudor te remite, como tantas ocasiones, a algo miserable y familiar.
No sé por qué lo haces
no deberías dar consejos a nadie
sí , lo sé, no lo repitas,
no te dejes ganar, toma el aire
compra fruta, detente en el sol
es tan fácil predicar recetas contra el tiempo
se encadenan como un exorcismo colectivo para la soledad
bah, distracciones para no escarbar la blancura de las paredes a golpe de silencio.
Se presenta de nuevo la noche
tus uñas crecen imperceptibles
una luz se enciende, no es una esperanza
simplemente una prórroga al destino
para que se siente conmigo y me dé algo para que levantarme.
Hoy me cuesta todo
hasta esperar una respuesta
aunque por la sangre que se me riza
por poder darte todavía un nombre sin duelo
hoy me celebro sin duda.
Me gusta mucho. Es una prosa llena de fuerza. Me gusta ser el primero que deja constancia escrita de su paso por aquí. Por ti. Porque esto que has escrito se nota que te ha salido del alma.
¡Enhorabuena!
Muchas gracias! Nos alegra mucho tu paso por aquí, tu recepción, que te haya gustado y tu aportación “pionera” dejando un comentario nos alimenta!. Esperamos verte de nuevo y que nos sigamos leyendo!
Un hoy indefinido, como un soliloquio de incesantes fugas y silencios… Un soliloquio para adentrarse en los rincones más recónditos, en busca del sonido del misterio, en busca de lo inefable… Un hoy sin tiempo… tierno y anciano; inclemente, esquivo y sin embargo dulce en sus memorias.
Con un silencio resonante que construye espejos…
Muchas gracias María Isabel!!!