Entre el gemido y el jadeo
Escombrera
Todo el mundo alberga fantasías inconfesables,
nada nuevo.
Lo que no es tan usual es aventurarse a llevarlas a cabo.
Todo el mundo alberga fantasías inconfesables,
nada nuevo.
Lo que no es tan usual es aventurarse a llevarlas a cabo.
Ese territorio está vetado a los temerosos del temor.
Kavafis hablaba de audacia para apurar largamente el vaso del placer.
Quizá no haga falta más que imaginación.
Representar la transgresión frente al espejo
abrir todos los cajones de la erótica
hebilla, brasa y saliva
cultivar la frontera de la violencia
todo es posibilidad en un escenario
donde el instinto taconea sin rubor alguno sobre la moral.
Olor rojo
sabor negro
chasquido de corchetes
sobre un abdomen tembloroso.
Labios ofrecidos
dientes arrastrándose
hacia el agudo pezón de la libido
la voz impostando mil personajes
bajo el filo de lo grotesco
¿quién se podría sustraer a este vértigo
de excavar en el exceso?
La música
la carne en movimiento
el maniquí que sucumbe a su disfraz
mientras sus pasos desafían los años y el deseo.
Preguntas
provocación
la caída sublime de un busto imaginado
Nylon y cocaína…..
Bajo la luz
entre las sombras
la piel una vez más
rendida
a la verdad única de la sangre.