Cuando el mundo se desnuda

Cuando el mundo se desnuda de repente e ingresas en el sótano de la supervivencia, las voces se despojan de su vigor: todo es incertidumbre, silencio y espera.  En ese momento las batas blancas te encuentran, te guían, te arropan.  La ternura que no se atasca, la vida te somete a otra escala. El ruido se diluye frente a la apremiante verdad de una espada calada.  Luces en el techo, cables, goteros, monitores, pasillos interminables y demasiado tiempo para estar a su merced.

Sólo las manos se pronuncian, las manos de quien vela por tu quebranto.  Manos que expresan mil formas de estar, de cuidar, de respetar.  El único valor que finalmente importa y nos otorga humanidad. Preservar la vida. Hombros, muchos se aproximan para llevar una carga que podría aplastarte sólo con su nombre.  Hombros, brazos, manos, voces que te amparan en un espacio para la esperanza, para el fuego divino, para cercenar los mil tentáculos de este monstruo, para pronunciar como un titular mayúsculo la palabra gratitud.

Comentarios (5)

  1. DAVO dice:

    Muy grande kiko…mi hombro, mis brazos, mi voz, estarán para ti SIEMPRE….bicos amigo mio

  2. Luz dice:

    Kiko ya sabes donde estamos para lo que quieras y cuando quiera.
    Un beso enorme.

  3. AniLu dice:

    Gracias por compartir❣️️

  4. Lorena Valverde dice:

    Un abrazo. Aquí mi hombro para cuando lo necesites.

  5. María Fernanda dice:

    Kiko, amigo querido, en este lado del mundo estamos con cientos de hombros para que te apoyes y mil abrazos para arroparte. Te quiero.

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